Cómo evitar los fraudes en las empresas

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En la actualidad, cualquier empresa está en peligro de enfrentar un fraude, y los responsables de la administración tienen la tarea de prevenir -de manera profesional-ese riesgo, por medio de la evaluación de las probabilidades de ocurrencia y de la eventual magnitud del impacto. Algunos directivos tienden a limitar su campo de visión y se enfocan sólo en los procedimientos y controles contables, en lugar de fijar su atención en los riesgos específicos de fraude que enfrenta su negocio.

Los procedimientos y controles contables pueden dar una falsa sensación de seguridad, ya que la teoría difiere de la práctica cuando la primera no se actualiza con los resultados obtenidos de la segunda.

Un fraude es un engaño del que se vale una persona para hacerse de un objeto de procedencia ajena en perjuicio de otra. Quienes cometen los fraudes son las personas y no los negocios, ni los sistemas.

Por ello, se considera que los defraudadores aprovechan todas las oportunidades presentadas a su paso y obtienen ventaja de las debilidades temporales o de las fisuras ocultas entre la fortaleza aparente y la efectividad real de los controles.

Los fraudes cometidos en los negocios pueden ser prevenidos, pero la escasez de normas o la aplicación de malas políticas de prevención y control posibilitan su ocurrencia.

Según una encuesta realizada por la firma contable Ernst & Young la mayoría de los fraudes cometidos en grandes compañías son detectados por casualidad y no por la aplicación de sistemas de control establecidos. Un rumor, un cambio administrativo o un accidente, son los que dejan al descubierto el 57% de los fraudes perpetrados en contra de la empresa.

En los resultados, de la mencionada encuesta, cuatro de cada cinco fraudes son cometidos o involucran al propio personal de la organización y a menudo las personas en las que se tiene depositada mayor confianza oque llevan muchos años colaborando para la empresa, son las que con mayor frecuencia cometen los fraudes.

Componentes del fraude

Los defraudadores operan a diferentes niveles dentro y fuera de una compañía y en una amplia variedad de circunstancias. Cada uno de ellos tiene sus propios motivos y oportunidades. La gente comete fraudes cuando el motivo coincide con la oportunidad y se hace a un lado la integridad.

Así los tres elementos esenciales para cometer un fraude son: el motivo, la oportunidad y ausencia de integridad; aunque debe agregarse uno más, que es el clima organizacional.

Motivos

Entre los motivos que conllevan a una persona a cometer el fraude están los siguientes:

  1. Psicótico. En realidad éste no es un motivo específico, sino que el defraudador es un delincuente habitual al cual no se le hace difícil cometer delitos.

  2. Egocéntrico. Cuando la persona que se decide a cometer el fraude, tiene la necesidad de contar con mayor poder o prestigio.

  3. Ideológico. Cuando la persona que comete el fraude considera que es correcto tomar el dinero o bienes ajenos; es decir, no lo considera una falta, sino que más bien es cuestión de justicia y equidad.

  4. Económico. Este es el principal motivo por el que se cometen los fraudes, ya que debido a necesidades económicas en ocasiones las personas se ven tentadas a obtener el dinero, utilizando fondos que le pertenecen a la organización para la cual trabajan.

La necesidad monetaria puede provenir de problemas con los hijos o padres, ya sea en la escuela o legales, a causa de enfermedades graves, deudas de juego, uso de drogas, costear un estilo de vida de nivel elevado, por la pérdida de negocios, o acciones o para cubrir préstamos con garantía.

Oportunidad

Así como existe un motivo para consumar el fraude, debe darse la oportunidad para cometerlo, ya que si ésta no existe, es imposible que pueda realizarse.

Las oportunidades para el fraude existen cuando la organización no tiene los controles adecuados; o bien, cuando la gerencia predica con el mal ejemplo. Asimismo, puede ser una oportunidad de fraude la inexistencia de subdivisión de tareas, ya que la estructura organizacional le ha dado las facilidades a una sola persona para autorizar, registrar y controlar los movimientos, en este caso no hay nadie más que revise las operaciones, y es cuando las personas aprovechan para cometer los fraudes.

Ausencia de integridad

Es necesario que la persona que se sienta tentada a cometer un fraude, esté decidida a hacer a un lado su integridad moral; es decir, que deje a un lado sus valores personales o los racionalice para que éstos no lo limiten a cometer el acto.

Muchas veces los defraudadores se forman ideas para acallar sus culpas y se convencen argumentando que sólo tomarán prestado el dinero, y que después lo regresarán; o bien, "la compañía me lo debe"; "todos lo hacen"; "nadie saldrá dañado"; "es una compañía grande, así que no importa"; "no le afecta, yo lo necesito más que la compañía"; "el jefe lo hace, yo porque no".

Clima organizacional

Cuando la estructura organizacional está mal elaborada o es compleja, la gerencia suele ser autocrática; es decir, no existe flexibilidad en las decisiones, por lo cual los empleados deben acatar las órdenes sin poder expresar sus opiniones y de esta forma se sienten excluidos y relegados, y al no sentirse parte de la organización es probable que no se limiten a cometer el fraude.

De igual forma, cuando la organización tiene como único criterio de éxito la obtención de utilidades, reemplazando la importancia del capital humano, surge la misma situación en la cual los empleados se sienten rechazados.

Además, cuando el ambiente o clima organizacional es hostil; es decir, no existe compañerismo ni trabajo en equipo, y sólo existe la competencia, es posible que si una persona comienza a cometer fraudes las demás también lo hagan, pues es una forma de demostrar que pueden burlar el sistema sin ser sorprendidos.

Clasificación de los fraudes

Los fraudes empresariales se puede presentar a nivel interno; y en contra de externos.

Los fraudes a nivel interno, o que se cometen dentro de las empresas, se pueden presentar debido a varios factores; no obstante, se establecen dos categorías.

Fraude de la gerencia (fraude por declaraciones falsas)

El fraude de la gerencia lo puede cometer algún socio, director o gerente de forma deliberada, ya que en ese lugar se pueden presentar estados financieros engañosos que perjudican a los inversionistas y a los acreedores de la empresa, puesto que al mostrar los estados financieros con cantidades alteradas, el valor de las acciones aumenta, dando una perspectiva diferente a la real y engañando así a las personas que dependen del buen funcionamiento de la empresa.

Este tipo de fraude es generado por las causas siguientes:

  1. Por la presión de las circunstancias, para demostrar que se están logrando resultados positivos y por la urgencia de obtener recursos;

  2. Por la necesidad o deseo de realizar inversiones o comprar acciones de otras empresas para experimentar crecimiento; y

  3. Por la oportunidad, pues al conocer el proceso...

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