El derecho y la evolución del lenguaje de la dominación

AutorJosé Cárdenas Sánchez
Páginas17-50

El derecho y la evolución del lenguaje de la dominación.1

Page 18

1. Introducción

El derecho se define en su sentido más amplio como una regla de conducta, suponemos entonces que su función es dirigir el comportamiento de los hombres en el marco de una sociedad organizada a través de un poder político. El derecho entonces hace posible la dominación. Pero si nos preguntamos que es una regla de conducta, tendríamos que responder que esta consiste en un discurso de quien detenta el poder en el grupo (en cualquier nivel de organización, ya sea simple o compleja), o de alguien que está al servicio del poder, o cualquier otro que lo legitima aún sin querer (en cuyo caso cobra vigencia cuando lo usa el gobernante para legitimarse). Pero ese discurso, regularmente de quien tiene el poder, no es un hecho que se reproduce en la realidad como consecuencia de la conducta espontánea de los hombres, sino que en alguna medida dicha conducta está influenciada por alguien que dice como deber ser el mundo, la organización y la convivencia del grupo.

Se sostiene por ejemplo que la costumbre, entendida como la repetición de ciertas conductas, es un hecho. Pero no es así, pues cuando alguien observó que ciertos individuos de un grupo social realizaban ciertas conductas dijo »allí hay una costumbre» , el acto del habla de nombrar a ciertos hechos de la realidad como «costumbre» creó una categoría del lenguaje que en adelante se entendería como aquello que implica una obligación. En esa medida el discurso contribuye a su propia realización, aparentando ser la consecuencia del ser.

Pero el derecho es el elemento fundamental del poder, y este derecho no es más que un lenguaje, el lenguaje de la dominación. Pareciera que el poder es intrínseco a la sociedad, sin el primero no existiría la segunda, y sin el lenguaje de la dominación tampoco sería posible el poder político. En esta trilogía, desde mi punto de vista, el lenguaje es sin lugar a dudas el meollo del asunto. El lenguaje como el producto más maravilloso de la evolución, consiste desde su origen en una serie de comunicaciones de dominación.

Bajo estas premisas, sostengo que el derecho es el producto más refinado del lenguaje, entendido este ultimo en función de la dominación, no simplemente como vehículo de comunicaciones de entendimiento entre emisor y receptor, con la única finalidad de captar significados sobre el mundo y los semejantes.

2. Sobre el origen y función del lenguaje

El origen del lenguaje es un enigma hoy día, pero lo que se ha escrito sobre esto nos permite suponer que el origen del lenguaje es el origen también del hombre u homo sapiens, el origen de la sociedad, el origen del conocimiento, y el origen del poder político, siendo

Page 19

este último el aglutinador y la consecuencia de todos los anteriores. Es decir, la diferencia entre el hombre y el animal, es el lenguaje. El lenguaje hace al hombre, le confiere la categoría de tal. El lenguaje hace posible el conocimiento, sin la organización que confiere el lenguaje no sería posible el pensamiento, solo existirían un conjunto de sensaciones o percepciones desordenadas. Es además en cierta medida el generador de una sociedad organizada y compleja, que se distingue de la simple manada de mamíferos que buscan la supervivencia. Y con el surgimiento de este tipo de sociedad el surgimiento también del poder político, que no podría entenderse sin el origen y evolución de un lenguaje caracterizado mayormente por el interés de la dominación. Esto explica mi fijación en el lenguaje, como el primer elemento a estudiar o como el más relevante, para llegar a explicar el poder y el derecho como el lenguaje de dominación por excelencia.

En un principio la necesidad de los sentidos lo determinaba todo. La educación y dominio de los sentidos a un grado muy refinado, originó el paso a lo intangible: la imaginación.

Y aunque todo lo físico tiene una explicación desde lo físico. En un comienzo esto no era posible verlo o entenderlo (la dificultad pudo deberse a lo reciente del nacimiento de «La idea» y la fascinación que produjo) por ello se explicó lo físico a través de lo no físico (imaginación). Hubo quizá acontecimientos de la naturaleza que el hombre no pudo explicarse o controlar, y para hacerlo invento el mito. Por ejemplo, la muerte, el rayo, las catástrofes naturales, etcétera. A través del lenguaje, dominaba aquellas cosas de la naturaleza que no podía a través del cuerpo (de los sentidos).

Quizás el lenguaje produjo otro tipo de dominación (pacífica) diferente a la violenta, sin que deba entenderse que una sustituyó a la otra, pues la dominación a través del lenguaje significó la posibilidad de sustituir la fuerza física por la manipulación mental o ideológica.

Sin suponer, reitero, que hubo una sustitución definitiva de una por la otra, pues la fuerza física persistió e incluso persiste en apoyo a la dominación mental o ideológica. Además, el lenguaje surgió para entender lo que sentía el otro y para controlarlo o manipularlo. Las comunicaciones pueden asumirse como vínculos de dominación, pues cuando el otro entiende lo que siento o quiero, lo puedo manipular. Es por eso que el lenguaje, principalmente, ha servido para confundir, pues la palabra no siempre expresa la sensación, el sentimiento, la percepción, en fin, la realidad en su pureza y justa dimensión. Es por eso que la mentira no puede existir sin el lenguaje, la mentira es también objetivo del lenguaje.

Gracias al lenguaje podemos mentir y engañar al otro, podemos inventar o imaginar cosas y hacerlas creer a alguien. Una facultad que difícilmente encontraremos en los animales, conducidos solo por sus sensaciones y la comunicación casi unívoca de estas a sus semejantes. Vygotsky da un ejemplo de un ganso, que en el momento que percibe un depredador empieza a emitir gritos y toda la manada se da cuenta del peligro, lo que el

Page 20

ganso ha hecho es transmitir su miedo a los demás gansos, no otra clase de comunicación, por tanto no podría engañarlos o mentirles sobre lo que expresa.2

Es por eso que para Vygotsky el significante es o deber ser el objeto de investigación a fin de explicar el lenguaje y su relación con el pensamiento.3 En el momento en que cierto sonido emitido por un primer sujeto produjo cierta comprensión en un segundo sujeto, fue posible una comunicación cuyo instrumento o medio fue el lenguaje. El cual, no era otra cosa sino la intención del primer sujeto de expresar algo y que el otro entendiera ese algo, es decir, el significante. Es probable que en una siguiente etapa, una vez que el código obtuvo cierta regularidad, la intención se modificara para tratar de hacer creer al otro algo, con un interés manifiesto. Es decir, cobró relevancia lo que se quería que el otro entendiera, la voluntad de hacer creer algo para dominarlo.

Por tanto, en ese periodo de creación de lenguaje, que debió ser muy largo, marcado por pequeños avances en la comprensión y el significante, se fue configurando la sociedad de humanos, y el poder político basado en dicho proceso de evolución lingüística. Poco importa aquí establecer si existió una lengua madre, de la que derivaron el resto, pues lo importante es la facultad lingüística que fue adquiriendo el hombre para transmitir sensaciones, ideas, y principalmente para dominar.

La teoría creacionista que explica el origen del lenguaje como una generosa dadiva, al hombre, de un ser supremo y todopoderoso (Dios) que gobierna el mundo, es una explicación que no puede aceptarse, desde mi punto de vista, pues no explica nada y no admite tampoco cuestionamientos, es una verdad que simplemente debe creerse, y en la voluntad de creer, reside su fuerza. Porque además esa es ya una prueba de la tesis de que el lenguaje en su origen pretende la dominación. ¿Qué sentido habría tenido el lenguaje si Dios no buscara con el ejercer su dominio? Resulta difícil para algunos creer que el hombre evolucionó de un ser «inferior». Por tanto, la explicación más sencilla (aunque más difícil de creer) es la de que el hombre apareció en este mundo por obra de no sé qué poder, con todas las características, aunque sea en forma primigenia, que hoy podemos atribuirle. Es decir, apareció con la capacidad lingüística, con la tendencia a agruparse u organizarse en pueblos, a ser gobernado por uno o más individuos de dicho grupo, con la facultad de conocer, preguntarse por su entorno, la tendencia a creer, etcétera.

A Nietzsche: verdad y mentira en sentido extramoral

Friedrich Nietzsche ya había expresado todo esto con mayor agudeza y elegancia hace más de 130 años en el célebre ensayo «Sobre verdad y mentira en sentido extramoral». Ese

Page 21

día en el que «animales astutos inventaron el conocer», fue quizá el día que apareció el lenguaje humano con cierto grado de evolución (un poco más adelante explicaremos a que nos referimos con esto, y que diferencia existe entre el lenguaje humano y el animal). Puede que el hombre solo sea un animal más en la naturaleza, pero esa valiosa posesión del lenguaje, que lo hace un ser pensante, también lo hace creerse el centro del universo, el amo de todo lo que lo rodea. Y aunque hay que admitir la peculiaridad de este animal, y lo valioso de su instrumento, es inevitable negar que se trate de un aliciente para la arrogancia, el orgullo y soberbia.

Cuando Nietzsche nos habla que aún no sabemos de donde procede el impulso hacia la verdad, abre un análisis más que prometedor en este contexto. La verdad es una creación intelectual...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR