Las corporaciones empresariales e industriales: ¿retorna la obligatoriedad de afiliación?

AutorJosé Manuel Lastra Lastra
CargoInvestigador de Tiempo Completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM
Páginas1-27

Investigador de Tiempo Completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. Catedrático en las Facultades de Contaduría y Administración y en Derecho, Premio UNAM en Docencia 2002, Investigador Nacional.

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Introducción

El vocablo corporación (del latín corporatio-onis) , denota la idea de: asociación "o entidad de carácter público"1 colegio, gremio, junta, cofradía. Esto es, la organización de grupos humanos de ocupaciones u oficios diferentes, celebran sesiones para "ocuparse de cuestiones científicas, económicas, etcétera de interés general [...] son cuerpos o conjuntos de personas de la misma profesión"2 para lograr determinados fines o defender intereses. En opinión de Paul Pic, las corporaciones fueron la "asociación de artesanos de un mismo oficio residentes en la misma ciudad, investida de un monopolio riguroso de fabricación, resultado de Page 2 la homologación de sus estatutos y reglamentos [...] es un sindicato obligatorio, pero puramente patronal".3

Esta organización de trabajo remonta a una antigúedad lejana, incluso, sin afirmar con certidumbre, es mencionada la existencia de "comunidades de artesanos en el pueblo judío durante el reino de Salomón".4 También se han tenido noticias de este tipo de organización en una ley de Solón, donde se permitían diversos colegios llamados hétairas de Atenas y, particularmente, de barqueros, quienes libremente pudieron reglamentar su actividad sin contrariar las leyes del Estado. Por lo que puede afirmarse que: "su origen se remonta a la noche de los tiempos".5

Las corporaciones representan y salvaguardan "los intereses colectivos de artesanos frente a los poderes públicos".6 El régimen corporativo otorgó grandes ventajas para los maestros, fue una "institución de defensa útil y fuerte y una protección muy eficaz contra la competencia".7

La existencia de las corporaciones de oficios forma parte de la historia de la humanidad. De ello, Plutarco -el célebre autor de Vidas Paralelas- da cuenta de su existencia y afirma que en la antigua Roma fueron creadas en el imperio de Numa Pompilio, el agrupar a los cuerpos de artesanos por oficios, en los que se distribuyeron "los flautistas, los orfebres, los maestros de obra, los tintoreros, los zapateros, los curtidores, los latoneros y los alfareros".8 De igual manera, Tito Livio, menciona que "si Numa fue el fundador de las instituciones religiosas, Servio Tulio fue el que introdujo el orden que distingue las categorías, las fortunas y las dignidades, estableciendo el censo".9

En tiempos de Julio César, las corporaciones fueron disueltas, con excepción de aquellas que "tenían su origen en los primeros tiempos de Roma".10 Page 3

Una centuria más adelante, hacia el año 150 antes de Cristo, las XII Tablas reconocen la existencia de colegios gremiales, con facultad para regirse por sí mismos. En el año 64, todavía antes del cristianismo, un senadoconsulto prohibió los colegios perjudiciales para el Estado. Unos 20 años después, la Lex Julia reorganizó las asociaciones profesionales romanas pero proscribía a muchas de ellas. Entre las subsistentes figuraron "collegia compitalitia; sodalitates sacrae y collegia artificum vel opificum".11

1. El sistema corporativo medieval

Las organizaciones profesionales del medievo surgieron entre los siglos XI y XII, en que se produjo el florecimiento urbano, resumido en los monarcas y su corte de nobles o los señores feudales, en tanto que los sometidos a servidumbre, colonato o vasallaje no podían tener amparo eficaz para sus intereses. La servidumbre de la gleba y el trabajo libre, por cuenta ajena, eran las formas principales a través de las cuales se presentaba el fenómeno laboral durante los siglos XII a XVIII. Fue así como ante la insuficiencia de la industria familiar, para satisfacer la demanda de necesidades crecientes, se construyó el oficio.

El comercio en gran escala no existía aún. Se trabajaba para el mercado restringido de la ciudad o región.

Las corporaciones van apareciendo y organizando el trabajo. En un principio la gremiación fue voluntaria, después se convirtió en forzosa. La organización gremial de los oficios y la cuestión estructural de las mismas son factores fundamentales para la comprensión de la organización del trabajo y de la producción en el sector de la transformación de bienes hasta la primera etapa de la industrialización. Los gremios procuraron defender sus intereses particulares, dirigidos, en primer lugar, a la eliminación de la competencia, a mantener altos los precios de los productos que elaboraban, mantener la buena calidad y la fiscalización de la producción y el control del acceso al oficio para conservar el monopolio del trabajo y la fabricación de productos. En Italia, estas agrupaciones actúan y defienden la categoría gremial, principalmente "en Florencia y Venecia".12

El concepto de la organización del trabajo libre como suprema manifestación de la voluntad y fuente de toda riqueza social, no había sido descubierto aún. La idea del trabajo era percibida como "contribución forzosa impuesta a los Page 4 esclavos",13 por ello, en ese orden de ideas Marco Tulio Cicerón, el gran tribuno, refiere que "el estado más bajo entre los hombres, es el de los siervos".14

Las formas de producción feudal atenuarían, en parte, las condiciones existentes en las relaciones de trabajo. Pero, a cambio, someterían a graves restricciones -incluso absurdas- las formas a las que éste debería estar sometido. En esta época, quien quisiera trabajar en un oficio debería ingresar al gremio o corporación correspondiente, sin otra alternativa.

2. La escala gremial

La gradación corporativa estuvo claramente definida por "la jerarquía profesional",15 la cual iniciaba tradicionalmente, con el aprendizaje del oficio, en algunos casos no remunerados y en otros con muy bajo estipendio.

a) El aprendizaje

Los reglamentos de las corporaciones determinaron, con minuciosidad, las condiciones del aprendizaje; el tiempo requerido de enseñanza era, en toda Europa, según Adam Smith, "un lapso de siete años".16 El número de aprendices era limitado

cada maestro sólo puede tener uno o dos, y aún en épocas de crisis está prohibido por tres o seis años el tomar aprendices [...] el patrono tiene obligación de educar a su aprendiz y éste tenía obligación de estar con él; comía en su mesa, dormía en su casa, y solamente no recibía sueldo, sino que los padres pagaban una renta al patrono [...] el aprendiz estaba matriculado, mediante algún dinero, en los registros de la corporación; estaba sujeto a los guardasmaestros, que estaban encargados de vigilarle y que al final de su aprendizaje le examinaban.17

El aprendiz tenía la obligación de obedecer y respetar al maestro y el maestro, por su parte, debía tratarlo como miembro de su familia: albergarlo, mantenerlo, vestirlo y darle la debida instrucción. Por ello, hay quien considera que, en las Page 5 corporaciones, el maestro tuvo "un carácter patriarcal y un poder jerárquico muy alto, similar al de pater familias.18

El aprendizaje concluía cuando el aprendiz había obtenido el ascenso al grado de oficial o compañero, o se había cumplido el término necesario para su evolución dentro de la escala gremial. El aprendizaje también podía terminar por:

Rescate del aprendiz, por el pago de determinada suma, se abreviaba la duración del término de prueba; por expiración del término fijado en el contrato, que podía dar por resultado el cambio de categoría profesional o la salida del aprendiz del gremio, por notoria incapacidad.19

Es sabido que el aprendiz empezaba su instrucción tempranamente, recuérdese el caso del célebre artista Miguel Angel, del cual sus biógrafos señalan su ingreso en calidad de aprendiz al taller de su maestro Doménico Ghirlandaio, en Florencia "el primero de abril de 1488, a los 13 años [...] el compromiso era por un trienio con un sueldo de 24 florines semanales".20

En la etapa corporativa inicial sólo se reconocieron dos grados: el de maestro y el de aprendiz; sin embargo, principalmente en Francia, a partir del siglo XVI, se introdujo un nuevo grado en la escala gremial y fue el de compañero, denominado también oficial, mancebo, servidor, etcétera, que eran maestros en potencia con posibilidades de salarios mejor retribuidos.

b) El oficial o compañero

El oficial o compañero, al término de su aprendizaje, era matriculado en un nuevo registro -como ya se expresó- aunque también tenía que pagar un nuevo impuesto y entonces buscaba trabajo, colocándose en casa de algún maestro. Esta difícil situación duraba de tres a cinco años, según los reglamentos. En este tiempo, el compañero no podía pensar en establecerse, salvo en el caso de contraer matrimonio con la hija o viuda del maestro, que podía librarlo del tiempo de oficialía que le quedase. La agrupación corporativa tuvo un carácter preponderantemente local y su rigidez reglamentaria y hermetismo limitaron en grado sumo la libre iniciativa y propiciaron marcadas discriminaciones entre sus integrantes y los que no formaban parte de ellas. El oficial no podía dejar la ciudad para ser contratado en otro sitio, puesto que para ello tendría que haber emprendido...

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