La caza de ballenas en la Antártida

AutorVíctor Emilio Corzo y Ernesto Eduardo Corzo
Páginas42-43

Page 42

Convenio Internacional para la Regulación de la Pesca de la Ballenas

Este tratado fue suscrito en 1946 con
la finalidad de reglamentar la caza de la ballena, velar por la conservación adecuada de las poblaciones de este cetáceo y hacer posible así el desarrollo ordenado de la industria ballenera. Dos años después, se creó la Comisión Ballenera Internacional (CBI), la cual, en la actualidad, cuenta con una membresía de 88 Estados y tiene como finalidad adoptar medidas que “establecen la protección completa de algunas especies; designan áreas específicas como santuarios de ballenas; establecen límites sobre el número y el tamaño de las ballenas que pueden ser capturadas; prescriben temporadas y áreas abiertas y de veda para la pesca de ballenas, y prohíben la captura de crías lactantes y hembras acompañadas de crías”.

En la actualidad existen dos zonas designadas por la Comisión Ballenera Internacional como santuarios: el Santuario del Océano Índico, establecido 1979, y el Santuario del Océano Austral, establecido en 1994. En estas zonas la caza comercial de ballenas se encuentra prohibida.

Antecedentes de la disputa

La presente controversia se deriva de la ejecución de un supuesto “programa de investigación de ballenas” que Japón lleva a cabo —desde 1986— en el Océano Austral, donde ha cazado más de 6,700 cetáceos. Bajo la perspectiva de Australia, este programa es una simple maniobra que Japón implementó para evadir la moratoria a la caza comercial de ballenas impuesta desde 1982 por la Comisión Ballenera Internacional, el cual —aparte de violentar las exigencias que el Derecho internacional impone para la preservación de los mamíferos y el medio ambiente marino— no respetaba: 1) la prohibición de caza comercial dentro del santuario ballenero del Océano Austral, 2) la cuota cero para caza comercial de ballenas y 3) la moratoria sobre caza ballenera a través de buques fábrica.

Cabe destacar que Japón, Islandia y Noruega son catalogados como los principales participantes en la caza de ballenas a nivel mundial. Si no corren un riesgo inminente de extinción, la sobreexplotación realizada por la industria ballenera ha provocado grandes disminuciones en las poblaciones de estos cetáceos. De ahí la preocupación de diversos...

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