Actuar. Toda una profesión
| Autor | Alejandro Corzo |
| Cargo | Actor |
| Páginas | 8-8 |
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ARTES
ACTUAR
TODA UNA PROFESIÓN
Alejandro C orzo
Actor
fotogr afía: archi vo personal
Soy Alejand ro Corzo. Tengo 34 a ños. Nací en el caluro so
y bellísi mo estado de Tabasco, en Villahermosa, y desde
que era niño supe lo que quer ía ser de grande: actor.
Fui un niño muy extrovertido que participó en las pasto-
relas del kínder y en los festivales de la primar ia, diciendo
un poema o ba ilando
El ratón vaque ro
; también en infini-
dad de eventos famil iares, además de servir de modelo de
mis tí as para se r caracteri zado de payaso, sí: con la cara
pintada de blanco y la narizota roja. M i padre y mi madre
procuraron darnos a mí y a mis herma nos Juan Car los y
Verónica, la me jor educación posible, llen a de amor y mu-
cho respeto. Mis padres no fueron ajenos a lo que veían en
mí. Impulsa ron mi camino orientado a las a rtes.
Mi padre nos ponía a leer en voz alta, y me ayudaba a es-
cribir los d iscursos para los e ventos de oratoria. Decid ió
inscribi rme junto con mi herma na al curso de locución y
periodismo infantil Limonada de Niños, y así fue como
mi vida cambió; no solamente por todo lo que aprendí ahí
y lo que descubrí, si no porque formar parte de ese g rupo
me abrió las puerta s a aquello que quería: actuar.
Tenía ocho a ños, mi hermana dos más que yo. Era n mu-
chísimos niños, de diferente s edades. Todo era tan nuevo
para nosotros. Y de pronto comenzamos: clases de redac-
ción, de teat ro, de expresión verba l, de televisión, de ra-
dio; hasta de fr ancés, de las que aprendí perfecta mente a
decir
bonjour
y
bonne nuit
, todo fue maravilloso. El objeti-
vo del taller era seleccionar niños pa ra los programas de
radio y telev isión, y para la edición de la revi sta, los tres
con el mismo nombre: Limonada de Ni ños.
Fu i eleg ido p ara el pro gra ma r adio . Y as í, ca si un año d es-
pués, me senté frente a un micrófono pa ra formar pa rte
de aquel programa que cada domin go, a las nueve de la
mañana, despertaba a los chicos tabasqueños por medio
de Radio Tabasco. Tenía nueve a ños. La radio para mí
llegó primero; rápidamente obtuve mi licencia de locutor,
pero ¿y el teatro cuá ndo llegó?
Tomé clases de actuación en los cursos de verano y talle-
res sabati nos de Limonada, y de ahí me convoca ron para
asisti r a la audición que la ma estra Carme n de Mora haría
para selecciona r el cuerpo de baile de su próx ima obra de
teatro:
La Cenicie nta
. Fui, y me recha zó. Una semana des-
pués f ui solicitado porque hac ía falta un pe rsonaje, que
era el mensajero del príncipe. Tenía 12 años. Carmen de
Mora, queret ana de nacim iento, es considerada aún, a 14
años de su muerte, la dec ana del teatro en Tabasco. Estu-
dió en Bellas A rtes y t rabajó al la do del mismís imo Seki
Sano, y de A ntonio López Mancera. Con ella conocí, e n
la Casa de Artes “José Gorostiza”, la verdadera formación
teatral. Estuve 10 años ahí, bajo la tutela de mamá Carmen
–co mo le decí amo s de c ari ño s us a lum nos– y su s hij os Ro -
sar io y Ma nuel. Diez a ños en los que me fu i conve ncien do,
en cada clase, en cada presentación, de que mi camino iba
a ser ese mismo, y de maner a profesional.
Al salir de la preparator ia, tomé, p or sugerencia de mis
padres y mis maestros, la sabia decisión de estud iar la
licenciatu ra en Comunicación e n la Un iversidad Juáre z
Autón oma de Ta basco, digo ‘ sabia’ porque n o solo di sfru -
té la carrera e n su esencia, sino que conocí a ent rañables
per sona s, ho y ami gos m íos, y a la p ar se gu í exp lota ndo de
manera profesional mi trabajo como locutor y, semiprofe-
sional, mi tra bajo como actor.
La decisión importante fue después de esos cuatro años
y medio de licenciatura : o me voy o me quedo. Y decidí
irme. Hacia el a ño 2004 trabajaba como editor en uno de
los periódicos de m ayor circulación de Tabasco, y decidí
solicitar f icha para hacer e xámenes en la Escuela Nacio-
nal de Arte Teatral (ENAT) en la Ciudad de México. Los
hice y fui aceptado. Y así inició ot ra etapa en m i vida;
lejos de mi famil ia y mi tierra; llena de enor mes satisfac-
ciones. Una de las mejores etapas de m i vida.
Los cuatro a ños de carrera los di sfruté mucho, pero
se fueron muy rápido. Llegó el momento de p onerse a
‘chambear ’. Me gradué con
El proceso
, de Fr anz Ka fka , di-
rigido por qu ien considero uno de los mejores directores
de teatro: Mauricio Jiménez , y de ahí he tenido la enorme
oportun idad de trabajar al lado de José Carlos Ruiz, Erick
del Cas tillo, Ignac io López Tar so, Rafael Inclán, Ar turo
Ríos, Jorge Zá rate, Irán Casti llo, Damián Alcá zar y ahora
mismo con César Bono y el buen Jes ús Ochoa. Mi vida
profesional está ligad a al te atro, pero el cine con
Noso-
tros los Noble s
, y la televisión con
El Bienamado
, donde
interpreto a Lázaro, me han guiñado el ojo y me han he-
cho dar me cuenta de que aquello q ue anhelé ser, lo soy
ahora , y que mi com promiso es h acerlo y hac erlo bien, en
el escenario que se me prese nte, porque finalmente, ante
todas las vici situdes, soy un actor.
RECOMENDACIONES
× Exposición de Sta nley Kubrick en la Cineteca
Nacional .
× Visitar el Museo Nac ional de las Intervenciones los
domingos, par a ver las visitas dram atizadas con un
personaje de la histor ia. A las 12:00 y 14:00 horas .
× Leer
Ensayo sobre la ceg uera
, de José Sarama go.
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