Introducción

AutorYolanda Trápaga/José Gasca
Cargo del AutorDoctora en Economía por la Universidad de París VIII/Doctor en Geografía
Páginas11-14

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Resulta difícil imaginar el surgimiento, pero sobre todo la supervivencia de cualquier concentración humana sin un sistema de suministro regular de bienes básicos, en particular el de alimentos. éstos constituyen la esencia misma de la estabilidad social dentro de espacios urbanizados e hiperconcentrados que caracterizan a las complejas sociedades actuales.

Además, el abasto de alimentos adquiere las características de una actividad económica dinámica. éste es un servicio sujeto a transformaciones y modernización constante, que se convierte en imprescindible una vez que esas concentraciones crecen, se aglomeran y se convierten en ciudades de gran tamaño, donde habitan grupos de consumidores segmentados que presentan diversas características e intereses, asimetrías en el ingreso, patrones culturales y hábitos alimentarios diferentes y, además, mantienen localizaciones distintas en el entorno urbano que deinen su propio patrón de movilidad, el cual se ve relejado en los tipos de distribución de la oferta.
esas condicionantes, que son expresión del avance de los procesos urbanos, plantean la necesidad de estructurar un sistema de abasto alimentario mediante la participación activa de agentes económicos que operen en la dinámica de las leyes del mercado. Para ello, conforman redes y cadenas que se reproducen en distintos planos espaciales hasta llegar al consumidor inal. en ello consiste la nueva intermediación funcional de las economías abiertas, bajo cuya dinámica se relacionan

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regiones de producción y centros de consumo. el resultado es la aparición de diversas coniguraciones en torno a la comercialización del producto, lo que da lugar a la conformación de un patrón territorial de abastecimiento determinado por las tendencias más generales del modelo de desarrollo económico.

Los cambios organizacionales de la economía transforman de distinta manera al mercado y también alteran las relaciones espaciales de la distribución, que se adaptan a los requerimientos de la concentración de los consumidores. A su vez, éstos plantean nuevos tipos de demandas, independientes del ingreso. en las grandes concentraciones metropolitanas, el reto es cómo garantizar una mayor funcionalidad en el abasto de acuerdo con la cercanía de los consumidores, pero sobre todo cómo optimizar y sacar ventajas de su manejo del tiempo.
en la actualidad, el patrón de abastecimiento establece como tendencia la necesidad de ser más lexible en la oferta y en...

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